lunes, 26 de agosto de 2013

EL ORIGEN DEL HOMBRE ESTÁ EN LA DIVINIDAD






Grandes hallazgos de fósiles con apariencia humana, han generado confusión en gran parte de la población que tenia la imagen de un Creador universal, un arquitecto que formó al hombre a su imagen y semejanza, parecido a Él en pensamiento y apariencia física.


Es impresionante ver cómo la ciencia se esfuerza en descubrir el origen de la raza humana, y quitarle al mundo la idea de que Dios creó a los primeros seres con sus propias manos.


Las teorías científicas han tomado rumbos muy opuestos a lo que dicen las Sagradas Escrituras: “Entonces Dios, El Señor, moldeó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz aliento de vida y el hombre llegó a ser un ser viviente (Génesis 2:7). El señor creó a Adán y Eva, nuestros primeros padres a su imagen y les dio la orden de gobernar toda la tierra, entre estos a los animales, es decir, desde el primer momento ya era un ser pensante, no se hizo razonable con el pasar de miles de años porque Dios nos dotó con todas sus maravillas.


En el momento en que el hombre dejó que el mal reinara en la tierra, todos los seres humanos quedamos expuestos a practicar la maldad y todo esto trajo grandes consecuencias. El pecado ha estado ocasionando cambios negativos en la naturaleza, esto se puede notar entre las mismas personas (color de piel, estatura, idioma, etc.) fue desde el diluvio, la tierra dejó de ser como Dios la entregó a nuestros antepasados y los cambios en el clima generaron divisiones en la raza humana. 

La ciencia puede presentar muchos argumentos que se acercan a afirmar que la historia de la humanidad comenzó en un animal como el mono, pero nunca podrán comprobar que Dios no es el Creador, el Dador de la vida, el que hizo al hombre a su voluntad y que cuando el ser humano muere vuelve a ser lo que era antes, polvo.